Etimológicamente la palabra genealogía viene
del griego, genea (nacimiento) y logos , (tratado), sería la ciencia o conjunto
de saberes que estudia las generaciones. Aunque hay multitud de definiciones,
podemos convenir que esta disciplina tiene como objeto de estudio las
relaciones de afinidad y parentesco y su aplicación práctica en la formación de
un árbol genealógico. A lo largo de la
historia el estudio de la genealogía se ha abordado de manera variada y con
distintos intereses. La genealogía está presente en la Biblia, en la Europa
Medieval es la que otorga legitimidad a la monarquía, para la Iglesia Católica
es una herramienta a la hora de regular la autorización de matrimonios que
puedan tener algún parentesco de consaguinidad, y que por lo tanto necesiten de
una dispensa, y en la Europa Occidental en la Edad Moderna se usaba para
delimitar las clases sociales, siendo necesaria para demostrar la adscripción a
las clases privilegiadas y obtener así beneficios como la exención de impuestos
o el acceso a cargos públicos.
Tradicionalmente el estudio de la genealogía estaba reservado a las
“clases nobles”, en la actualidad se ha ido extendiendo a todas las capas
sociales. Por ello, la genealogía ofrece multitud de posibilidades de análisis histórico, sobre todo, en la Edad Moderna, periodo histórico en el que encuadramos a nuestro personaje Erasmo de Rotterdam.
La investigación
genealógica en la actualidad es una disciplina que se centra en recolectar y
analizar la información, y cuyo éxito o fracaso depende en enorme medida de la
localización de las fuentes y de la recuperación de la información en ellas
contenida. De un modo práctico, la
finalidad de la investigación es la de analizar la información obtenida ,
sintetizarla y representarla. La forma tradicional de representación es el
árbol genealógico.
El árbol genalógico es la representación gráfica de parte de los antepasados o descendientes
de un individuo, basado en una investigación de los mismos. Es un elemento
práctico que permite comprender de una forma gráfica la genealogía de una
persona sin tener que leer todos los documentos. Atendiendo a su estructura y morfología, los
árboles genealógicos pueden ser: ascendentes o descendentes, de una o varias
líneas, horizontal o vertical, generalmente se representan en forma de árbol,
pero también pueden aparecer con otras formas como planta, castillo, fuente,
cadena o pirámide. Las personas que aparecen en el árbol pueden hacerlo sólo
con su nombre, con un círculo, con su emblema heráldico o con una
representación figurativa del personaje.
Tal y como pudimos comprobar en las clases prácticas de Tic para la Historia, disponemos actualmente de una herramienta fundamental para la realización de genealogías. Se trata de GenoPro, una aplicación para dibujar árboles genealógicos y genogramas. Dado que Erasmo no tuvo hijos, y es poco lo que sabemos acerca de sus antepasados, he decidido que podría ser útil trazar un árbol genealógico sobre la dinastía Habsburgo hispana, simplemente para comprobar las potencialidades de dicha herramienta y sus múltiples usos para la investigación histórica.
(Árbol genealógico casa Habsburgo, realizado por José Antonio García López)
(Nota: Subo el árbol elaborado con GenoPro, después de haber obtenido un JPG del mismo, por los problemas para adjuntarlo. Si se descarga la imagen se puede ampliar y ver todos los componentes)
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